jueves, 4 de junio de 2009

Que hacemos por ellos?


Además hay 100 millones de chicos en todo el mundo que no van a la escuela y 167 millones que tienen problemas de crecimiento por desnutrición.
En 1999 murieron 11 millones de niños menores de 5 años por causas evitables, como la falta de higiene, de medicamentos o de vacunas.


La mayor parte de las personas viven quejándose del mundo que les toca vivir. Sin embargo no mueven un dedo para tratar de cambiar esta situación desesperante para muchos seres humanos.
Mucha gente ha tenido que emigrar de sus países por falta de posibilidades, la mayor parte de esas personas salen a flote en otros países y se olvidan de los que quedaron sumergidos en la pobreza y el hambre.
Si DIOS te ha dado posibilidad de crecer en tu economía no te olvides de quienes necesitan comer. Una cosa es hablar del hambre en el mundo y otra muy diferente es pasar y sentir el hambre.


Ya no es época de decir:” yo no puedo cambiar al mundo” es época de actuar y contribuir aunque sea muy poquito, porque de poquitos se hace un mucho.
No podemos quejarnos del mundo violento, egoísta y desamorado en el que vivimos, se debe tomar participación y actuar para provocar un cambio.
Se debe comenzar por la raíz de las sociedades y esta son los niños. Esos niños que son el futuro y que si no se les ayuda serán quienes empuñen un arma contra la sociedad que los ignoro y nada les dio en su niñez.









Si no ayudamos a niños necesitados, niños con hambre que son abusados, violados y explotados, corremos el riesgo que estos se vuelvan en nuestra contra en un futuro y con toda la razón.
Un ser humano que se forma y cría en medios deplorables, no le podemos pedir humanidad porque nosotros mismos somos inhumanos ante sus necesidades.
Demos el ejemplo, ayudemos a los niños necesitados y enseñémosle que ellos son importantes, que son el futuro, que nuestra esperanza esta depositada en ellos y ellos no nos defraudaran.





Educar a los niños para no castigar a los adultos.


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